Javi Julio, periodista y fotoperiodista freelance miembro de Nervio Foto
"El equipo y el trabajo cuestan un dineral que Twitter no te va a pagar"
El fotógrafo vasco cree que las oportunidades están fuera de España mientras no se arregle la relación con los medios
Han publicado en Planeta Futuro, suelen aparecer por el diario Berria, y uno de sus miembros acaba de quedar finalista en el Photon. Junto a Santi Donaire y Mikel Oibar, Javi Julio (Donostia, 1978) es el tercer miembro del colectivo Nervio Foto. Los derechos humanos y refugiados son temas con los que se encuentra muy cómodo lo que le ha valido para pasar por Jordania, Siria, e incluso Ucrania en pleno conflicto bélico.
La guerra es dura, y con frío más.
Hombre, fuimos en invierno. En Donbass estábamos a cinco bajo cero, que no es mucho. En Kiev, donde grabamos a unos paramilitares fascistas, estábamos entre 10 y 12 bajo cero. Las baterías no duraban nada y cada cierto tiempo era necesario acercarse a las hogueras para calentar las cámaras, o no funcionaban. Imagina a la gente que está allí, sin calefacción, cómo tiene que vivir.
¿Piensan volver?
Nos han propuesto dar una charla aquí en Donostia, y aprovecharemos para dar a conocer el colectivo. Lo presentaremos en sociedad a medios y miraremos de irnos a Ucrania otra vez, sí.
¿El colectivo fue cosa de tres desde el principio?
Lo formaron Mikel y Santi, que se conocían de la universidad. A Mikel, a raíz de una entrevista que le hice para un reportaje, cada vez que iba a Madrid quedaba con él para ir de cañas, e hicimos amistad. Fue el año pasado cuando me dijeron de unirme y claro, yo encantado.
Hubo un momento en el que ninguno de los miembros estaba en España.
Santi vive en Venezuela, y a finales de 2014 Mikel estaba en Ucrania y yo en Jordania. Al aceptar Telesur que hiciéramos un documental sobre el conflicto ucraniano, me fui para allá justo cuando iba a volver a casa. Fue un 'subidón'. Trabajamos junto a grandes periodistas como Antonio Pampliega. Trabajar en Ucrania fue una pasada.
¿El modo de trabajar del colectivo es parecido al de una agencia?
Ya nos gustaría. Algunos temas son por encargo, pero muy pocos. En el colectivo, por lo general, cada uno trabaja sus temas, y otro, que ahora soy yo, se encarga de vender los trabajos a los medios. Es la figura del editor. Con el diario Berria, en cambio, es distinto. Primero colaboramos con ellos y ahora nos llaman para proponernos temas, en especial a Santi, por estar en Venezuela.
¿Compiten en el mismo mercado que las agencias?
No podemos, pero tenemos una fortaleza. Nosotros elegimos la mayoría de historias con las que trabajar, que son temas que las agencias no suelen hacer para los grandes medios. Son proyectos
hechos con tiempo y paciencia, y los medios preferen las breaking news.
¿Cómo se financia los viajes un colectivo de 3 miembros?
A la hora de realizar algún viaje pensamos qué textos o material podemos vender para hacer caja. Por ejemplo, en Jordania, hacíamos textos que sabemos que a medios de aquí les pueden interesar. A la vez, hacemos otros temas que nos interesan, como el de los refugiados cristianos de
Irak. Aunque al final también lo vendes, es atemporal.
¿Dedican mucho tiempo a hacer esos temas?
Les dedicas más tiempo que a los otros. Hay que conseguir una complicidad con la gente, entrevistar a mucha gente para dar un perfil más rico de qué ocurre... Con unos temas haces caja, y por otro lado haces temas para ti, que trabajas en profundidad.
¿Tardan mucho en venderse?
Depende de los medios. Además de tardar en venderlos, desde que te los compran hasta que salen a la luz puede pasar mucho tiempo. El reportaje de Planeta Futuro estaba vendido hace tres meses, y ha visto la luz ahora.
¿Suelen trabajar más con revistas que con diarios?
Sí. Eso tiene que ver con nuestra forma de trabajar. Muchos de nuestros temas están relacionado
con los derechos humanos o minorías, y son publicaciones a los que estos temas, atemporales,
les interesa.
¿Hay mejor nivel y ofertas en el extranjero?
Desde luego. A Santi, en Venezuela, Al Jazeera Magazine le paga unas 6 veces más que un medio español. Uno de los nuevos diarios digitales paga 60 euros por reportaje. Los alardes del nuevo periodismo dicen. Es una miseria.
¿No hay buena relación entre freelance y los medios?
Te llegan a decir que si no les das una foto, la cogerán de Twitter. O te dicen “no, no, te la firmamos”. Me la firmas y me la pagas. El equipo y el trabajo cuestan un dineral, y Twitter no te lo
va a pagar.
¿Cómo ve el futuro del fotoperiodismo en España?
Una puta mierda, habrá que irse fuera a publicar. Incluso hay problemas con medios online que
roban fotos, aunque también se han abierto nuevas posibilidades con internet. Lo que hay que
hacer es no parar: hacer temas que te gusten, te motiven y seguir.